10 errores trágicos que condenaron la campaña de Hillary Clinton
el 30 de noviembre de 2016
el 30/11/2016
La noticia de que Donald Trump será el nuevo presidente de los Estados Unidos dejó de piedra a más de uno. ¿Conoces los errores de marketing de Hillary Clinton que provocaron su caída? Las provocaciones de Trump, sus propuestas y sus formas fueron algunos de los factores que daban por imposible la elección del republicano.
No obstante, Donald Trump supo llevar a cabo estrategias de marketing que, finalmente, lo llevaron a al poder. Todo lo contrario que su contrincante.
Aunque la situación aún se está digiriendo, ya han surgido los primeros análisis que investigan acerca de los errores de marketing de Hillary Clinton que la llevaron a perder las elecciones. Entre ellos, puede decirse que son de tres tipos:
- Supuso que podía apuntar a la izquierda y ganar a los moderados.
- Asumió que el voto de la minoría la llevaría a la victoria.
- Pensó, por último, que los votantes ignorarían su escandaloso pasado.
Partiendo de esta base, sus errores le facilitaron la situación electoral a Trump. Este es un breve repaso a los 10 errores de marketing de Hillary Clinton para que puedas aprender de ellos y evitarlos en tus futuras estrategias de marketing.
ÍNDICE DE CONTENIDOS
1. Centrarse en el oponente en vez de en su propia campaña
Uno de los primeros errores de marketing de Hillary Clinton en su campaña fue centrarse demasiado en su oponente. Simon Dumenco, de Adage hizo un especial hincapié en analizar el spot Role Models, recalcando que había sido un «desacierto y una pérdida de dinero«. Y es que a esas alturas, todos conocían la línea y el estilo de Trump. Este vídeo no iba a contar nada nuevo sobre él.
El republicano, por su parte, optó por una campaña muchísimo más simple. No centró su campaña en ir contra Clinton. Se dedicó a los siguientes pilares principales:
- La crisis económica.
- La inmigración.
- El empleo.
En términos de marketing es importante analizar a la competencia muy de cerca, pero no la coloques dentro de tus contenidos. No le ofrezcas espacio a la competencia. Aprovecha y muestra tu propuesta de valor. Debes estudiar a tu competencia con la mayor base científica de la que puedas disponer.
Es importante comprender en profundidad cómo trabaja la competencia y cuál es su dinámica de trabajo y su lógica: Qué buscan, qué ofrecen y a quiénes se dirigen. Para ello, las redes sociales son obligatorias como herramientas de monitorización y escucha de tus clientes.
2. Atacar las debilidades de su oponente
Entre los mayores errores de marketing de Hillary Clinton en su campaña está la descalificación constante hacia su oponente. Y es que tomando esta actitud, no aportaba nada nuevo. Clinton subrayaba permanentemente sus desaciertos y locuras. Pero si algo tenía Trump es que era auténtico y claro. Y el público ya conocía todos sus rasgos negativos. Por lo que Hillary Clinton desaprovechó su tiempo.
¿Qué consiguió con esta actitud? Dar pie a que él también la descalificase y convertirla en el blanco de acusaciones que, sin duda, perjudicaron gravemente su campaña. Y es que su rival no llegó a ganar porque su electorado no percibiera esas debilidades que lo caracterizan, sino que consiguió la victoria a pesar de ellas. No obstante, los votantes no dieron ese valor a sus fallos. Por contra, potenciaron sus fortalezas.
3. Dejar a la audiencia en un segundo plano, uno de los errores de marketing de Hillary Clinton
Uno de los aspectos más interesantes para quienes no vivimos en Estados Unidos es conocer lo que significa la «América profunda«. La población que ha nacido en EEUU de raza caucásica o aquellos trabajadores urbanos sin estudios que no fueron conscientes ni sintieron la recuperación económica del país. Se dio por hecho que el voto latino sería decisivo y que iría dirigido a Clinton.
El mundo pensó que sería Hillary la vencedora, pero el perfil del votante ha dado un giro inesperado. Además, muchos de los votantes estaban dentro de la «mayoría silenciosa«. Pero con un ambiente tan hostil las opiniones no se divulgan a los cuatro vientos. Y es que lo peor que pudo hacer Clinton fue darlo todo por sentado.
De la misma manera que en cualquier campaña de marketing digital, conocer tu target es fundamental. No sólo tienes que controlar en el mercado en el que te encuentras. También es básico entrar en la mente de tu público objetivo.
Por ello jamás debes despreciar a tus audiencias en tu estrategia de marketing, aunque se mantenga invisible, sea difícil llegar a ella o por desconocimiento. El éxito de cualquier campaña reside en el público. En conocerlo profundamente.
4. Confiar más en lo demográfico que en la psicología
Hillary Clinton desarrolló una campaña «políticamente correcta». Es decir, se centró en los segmentos demográficos que le darían la victoria: Las mujeres, los latinos, la población afroamericana y toda la diversidad americana. Pensó que al sumar todos estos segmentos ganaría más votos. Pero no fue así.
Uno de los errores de marketing de Hillary Clinton fue que se quedó en lo superficial. No indagó en la psicología ni pensó cómo de diferentes pueden ser las personas. Porque dos personas, aunque sean el del mismo sexo, pertenezcan a la misma clase social y tengan el mismo origen étnico no tienen por qué ser iguales. Clinton aceptó que así sería.
La personalidad de cada individuo, sus costumbres y estilo de vida repercuten de manera determinante en sus decisiones. El factor demográfico tiene peso, sí, pero la clave de la estrategia política está en conocer el perfil psicológico de tu target.
Al igual que en marketing. Nunca puede darse por hecho que todo tu público objetivo piensa y actúa igual. Debes segmentarlo y entender su comportamiento. Siempre ir más allá de lo visible, indagar.
5. Comunicar sólo para la parte racional del cerebro
Por eso es tan importante provocar sentimientos y emociones. No es cuestión de crearlas sino de darles un empujón para activarlas. La campaña de Trump activó la parte emocional de los votantes. Para bien o para mal, provocó sensaciones. Entre ellos el miedo y el enfado. No obstante, la totalidad de su campaña se centró en hacer saltar esas alarmas una y otra vez.
En la estrategia de Hillary, en cambio, las emociones brillaron por su ausencia. Uno de los errores de marketing de Hillary Clinton, está en resaltar los defectos de Trump, en hacer ver que era «terrorífico». Pero eso el público ya lo sabía, por lo que lo único que consiguió fue restarle importancia. Por ello, en vez de intentar provocar sensaciones en el público con su campaña, se centró en la de su oponente, resultando una persona fría.
La emoción predomina al evaluar la aparición de un político a través de la pantalla. Lo primero que se hace es sentir, gestionar las emociones que provoca. Después se le da paso a la razón. Lo mismo ocurre con las campañas de marketing.
La emoción es un ingrediente necesario en todas las decisiones que tomamos. Por lo tanto piensa que tu target se verá mucho más identificado con tu marca si apelas a emociones y haces que se sienta identificado contigo. Las marcas buscan crear estrategias para fidelizar a sus clientes, para crear engagement. Además de captar nuevos clientes que los acompañen durante mucho tiempo.
Y es que no se trata de vender el producto como tal sino de sentir sus valores y activar emociones.
6. Creer que la política es un debate de ideas y no de personalidad
Una de las mejores estrategias de marketing de Donald Trump fue ser él mismo, ser auténtico y atrevido. Independientemente de que gustase o no, mostrarse tal y como es le hizo ganar puntos. Fue transparente. Y es que sin personalidad no eres nada. Las personas no votan sólo por ideas. Votan principalmente por personas. Por lo que transmiten y por su personalidad.
Entre los errores de marketing de Hillary Clinton están la frialdad y distancia que transmite. No importa si en realidad lo es o no, pero su fallo fue no transmitir cercanía. Básicamente se centró en ser políticamente correcta y no se saltó las normas. Trump hacía y decía las cosas según le venían a la mente, era natural. Clinton, en cambio, tenía un discurso muy previsible.
Por ello, la personalidad que predominó la campaña fue la de Trump. Hillary resultó ser un conjunto de ideas y Trump una persona de carne y hueso.
En marketing pasa lo mismo. Piensa en la forma que te diriges a tu público. Gusta y atrae más la personalización, ver que hay una persona detrás de la pantalla que el ser tratado por máquinas. La comunicación entre personas es fundamental para el éxito de tus campañas.
8. Carecer de una imagen visual potente
Trump construyó una imagen muy potente que se quedó grabada en la mente del público: el muro. Esa fue la imagen que presidió su campaña. Se hablaba del muro por todas partes y todos lo imaginaron en su mente. Bueno o malo, eso quiere decir que Trump consiguió estar en el cerebro de todos los norteamericanos: desde sus defensores y seguidores hasta los que no querían saber nada de él.
Hillary apenas consiguió estar en la mente del público, no creó imágenes en los cerebros de la gente. No logró estar en el «Top of mind». Y aunque Trump no gustara, se metió en la cabeza de todos y cada uno. Sin duda, cualquier plan de marketing debe saber en qué lugar de tu audiencia objetivo está tu marca.
9. No estuvo ahí
Donald Trump tuvo un promedio de 10 visitas más que Hillary en cada estado «battleground«. Es decir, Ohio, Carolina del Norte, Florida y Pensilvania. Y fue en esas zonas donde apuntaló su victoria. Una estrategia vital de marketing, ya sea para la política o para cualquier otro ámbito consiste en «estar ahí», dejarte ver.
Estar presente en el momento adecuado es uno de los grandes valores para el éxito de una estrategia de marketing. De hecho, puedes pensar en qué marcas te encuentras sí o sí cuando viajas. Aquellas marcas que están en todas partes.
Vayas donde vayas seguro que tienes un McDonald’s cerca o te sirven una Coca-Cola en cualquier cafetería. Debes hacer que tu marca esté presente. Cuanto más, mejor.
10. El escándalo de los emails
El escándalo de los emails golpeó a Hillary Clinton en su recta final de las primarias. La candidata demócrata carga con este fantasma de su pasado desde que el New York Times publicó un artículo donde funcionarios del Departamento de Estado alertaban de que violó las normas de la administración. Fue por utilizar un servidor de correo electrónico personal para tratar temas de estado.
El escándalo, conocido como el «emailgate« repercutió duramente a Clinton en la primera parte de su campaña electoral. Lo que generó desconfianza en el público y muchos pusieron en práctica el dicho: «Más vale malo conocido que bueno por conocer«.
Los votantes conocían la peor parte de Trump, pero tenían grandes expectativas con Clinton que se cayeron con este escándalo. Por eso, contar con un plan de crisis es fundamental.
Lo esencial para cualquier campaña de marketing es que exista una organización y que los objetivos estén bien planteados y marcados.
No obstante, todo comienza por detectar a tu audiencia y trabajar sobre ellos. ¿Estás buscando comunicarte con tus clientes y generar engagement con tu marca? Con plataformas de marketing digital como MDirector puedes optimizar tus comunicaciones. Hasta los mensajes de Clinton estarían más seguros con una plataforma de este tipo. ¿Quieres probarla ya mismo?