Decálogo para maximizar el valor de la imagen en tus campañas de emailing

Por MDirector
4 mins

Uno de los elementos fundamentales de cualquier acción de email marketing es el uso de la imagen, que puede tener funciones tan diferentes y complementarias como vehicular el mensaje principal, servir de marco general o, incluso, funcionar como los espacios que dividen el texto en secciones más escaneables y legibles.

Sin embargo, el uso de imágenes es también uno de los grandes problemas a los que se enfrenta cualquier campaña de emailing. Las imágenes no siempre son sencillas de colocar en los emails y, además de aumentar en muchas ocasiones su peso, pueden conllevar problemas a la hora de enviar la campaña.

Si quieres optimizar el uso de las imágenes en cualquier email que vayas a enviar deberías cumplir este decálogo a rajatabla:

  1. Para empezar, siempre, siempre debes utilizar un formato de fichero que sea visualizable por los gestores de correo. Esto te lo garantizas cuando se trata de archivos JPG o JPEG (Joint Pictures Expert Group), GIF (Graphic Interchange Format) o PNG (Portable Network Graphics). Dependiendo de la calidad de imagen y el número de colores que quieras mostrar será mejor usar uno u otro.

  2. No incrustes las imágenes en el email sino que debes subirlas a un servidor y enlazarlas. La imagen estará referenciada, por lo tanto, con una línea html que indique al gestor de correo de los clientes que deben mostrar la imagen que se encuentra alojada en dicho servidor público. De esta manera, evitarás que el email pese más de lo debido.

  3. Las imágenes de una campaña de email marketing deberían pesar menos de 50 Kb. Además, la resolución debe establecerse en 72 píxeles por pulgada, suficiente para ser visualizada adecuadamente en una pantalla. Si necesitas que los usuarios se impriman la imagen lo ideal es enlazarla a una versión en pdf del email completo e incluir allí las imágenes en una resolución de 300 píxeles por pulgada o superior y a un tamaño lo suficientemente bueno para garantizar una impresión de calidad en papel.

  4. Cada imagen debe incluir su texto alternativo utilizando la etiqueta conocida como “alt”. Este es el texto que aparece si pasas el cursor sobre cualquier imagen que haya sido bien trabajada.

  5. No envíes ningún email que esté compuesto sólo por una imagen porque es la forma más rápida de ir directos a la carpeta de spam. Además, si el usuario tiene bloqueada la visualización de las imágenes no verá absolutamente nada, salvo el texto que hayas incluído en el “alt”, si has seguido la recomendación anterior.

  6. Preocúpate de que haya una separación adecuada entre imágenes para que se vean bien en dispositivos móviles que se manejan sólo con el dedo.

  7. No incluyas imágenes superiores a los 600 píxeles de ancho para asegurarte de que se visualicen correctamente en los gestores de correo más habituales. Si no lo haces así, puede ocurrir que sea necesario utilizar los cursores horizontales, algo que no gusta a ningún usuario.

  8. Las imágenes con los mensajes más importantes deben situarse en la zona superior, cuanto más arriba mejor. Esto aplica a todo el email y, por lo tanto, no deberías desperdiciar el valor de la cabecera de tu correo electrónico.

  9. Las imágenes deben estar siempre compensadas con el texto. Este es uno de los factores de éxito de cualquier campaña de email marketing. Imagen y texto deben ser elementos complementarios que ayuden a dar forma a un mensaje conjunto.

  10. Utiliza imágenes que ayuden a separar los contenidos o que sean representativas del mensaje a contar. Pero si vas a incluir una imagen que no aporta nada no la pongas. Meter imágenes por el simple hecho de ponerlas no es útil. De hecho, es hasta contraproducente.

¿Añadirías algún consejo más en el uso de imágenes en campañas de email marketing?

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