¿Qué son los spamtraps y cómo acabar con ellos?

Por MDirector
9 mins

Uno de cada cinco emails que se envían no llega a la bandeja de entrada de los suscriptores. Por ello, las bajas tasas de entrega son uno de los retos más críticos con los que te puedes encontrar si trabajas en email marketing.

Seguro que has hecho mucho hincapié en mejorar y optimizar tu base de datos, diseñar una campaña atractiva y le has dado muchas vueltas a la cabeza para redactar asuntos que inciten a la apertura. Sin embargo, ¿cómo van a abrir los usuarios los correos si ni siquiera los reciben?

Las trampas de spam o spamtraps son uno de los aspectos más peligrosos de este ecosistema. Y el gran problema es que son algo desconocidas aún.

Al analizar los resultados de las campañas de email marketing uno de los datos que más suele llamar la atención es la baja entregabilidad. Por un motivo u otro puede comprenderse que los usuarios no abran los correos o que no generen tantas conversiones como se desea. Sin embargo, se entiende que en el momento en el que un mensaje se envía, debe llegar al destinatario.

¿Qué es lo que detiene este proceso? Son muchos los factores que determinan la entrega. Pero uno de ellos es que tu base de datos cuente con spamtraps. Y que no lo sepas.

Para que lo entiendas mejor, los spamtraps o los correos trampa hacen referencia a cuentas de email que existen en tu base de datos. Y que automáticamente repercuten en tu reputación como remitente. Como consecuencia, tu dominio se ve altamente afectado. Tanto que hasta puede terminar en una blacklist en caso de que los usuarios bloqueen tus IPs.

Spamtraps y reputación en email marketing

De la misma manera que se habla de la reputación online como el reflejo de lo relevante que eres como marca o el prestigio que has creado para tu público en el entorno digital, la reputación en email marketing mide tu comportamiento en las campañas de correo.

Un dominio consigue una buena reputación si logra un porcentaje elevado de usuarios que abren y hacen clic en los emails. Pero, por lo contrario, la mala reputación se crea cuando los destinatarios de los mensajes no interactúan con los emails que reciben.

Así, se crean ratings de puntuación que miden la calidad tanto de los remitentes como de los emisores. Y para ello se consultan la mayoría de ISPs y filtros antispam. Además de considerarse otros factores que inciden en la puntuación como:

  1. La frecuencia de envío y el volumen. El hecho de enviar emails de manera poco cíclica repercute. Tanto es así que si existen grandes diferencias estará mal visto por los ISPs.
  2. Las cuentas vacías o bots. Una de las prácticas más comunes de los spammers es enviar muchos emails a muchas cuentas de forma indiscriminada. El rebote, por consiguiente, es altísimo. Y todo porque la base de datos está formada por direcciones inexistentes.
  3. Que un usuario te marque como spam. Es esencial que crees tu propia base de datos y la segmentes. Olvídate de comprar bases de datos. Te estarás exponiendo a que los receptores de tus emails te marquen como spam al recibir mensajes que no desean, ni les interesan ni se han suscrito para recibirlos.
  4. Infraestructura. Hace referencia al envío desde países considerados peligrosos con servidores poco fiables o de uso compartido de forma masiva.
  5. Spamtraps.

¿Qué son exactamente los spamtraps?

Los spamtraps, tal y como puedes ver en la infografia de Jose Facchin, son cuentas de correo electrónico inexistentes o vacías que proveedores como Hotmail, Gmail o Yahoo que se utilizan para detectar a aquellos remitentes que se dedican a enviar emails sin la autorización del receptor.

Aunque intenten pasar por cuentas reales, no pertenecen a una persona real ni se utilizan para cualquier tipo de comunicación. El único propósito de estas cuentas es identificar a los spammers que no utilizan listas de correo optimizadas.

Como puedes imaginar, es muy complicado enviar de forma lícita un correo a una cuenta que no existe. Pero en el momento en el que esto ocurre, son esos mismos correos los que alertan a los proveedores de email. Es una especie de alarma que salta al detectar a spammers.

Aún así, los spamtraps son muy peligrosos para tu propio dominio. Puede que envíes correos a estas cuentas sin ni siquiera saber que son falsas. Y dependiendo del tipo de trampa, tenerla en tu lista de email puede afectar significativamente en la entregabilidad del resto de correos.

Si envías un email a cuentas spamtraps, el servidor te marcará para saber que ya has realizado una mala práctica. Y para las herramientas antispam y los proveedores, puedes pasar a ser un spammer. O, en otras palabras, tu reputación ya estará afectada.

Tipos de spamtraps a los que puedes enfrentarte

1.- Spamtraps puros

Son las cuentas creadas con el único propósito de capturar a los spammers. Se crean en secreto, por lo que jamás reciben emails de nadie. Imagina que creas una cuenta pero no se lo dices a nadie. Y de pronto comienzas a recibir mensajes. Esto es posible gracias a spammers que obtienen tu email de forma incorrecta.

Son las trampas más peligrosas y pueden haber entrado en nuestra base de datos vía crawling.

2.- Spamtraps reciclados

Las trampas recicladas son aquellos correos electrónicos que algún día existieron, pero que se cerraron por diferentes motivos. Ya sea por inactividad o porque el propio dueño quiso cerrarla.

Son trampas menos agresivas debido a que durante cierto tiempo fueron enviando alertas de inactividad. Aunque también puede pasar que un proveedor se haga cargo de cuentas abandonadas y las reutilice para estos fines. Y para esto, se ejecutan dos fases:

  1. En la primera esas cuentas indicarán un alto nivel de hard bounce. Así se sabrá que la cuenta no existe.
  2. A continuación, se activarán las trampas de spam para descubrir si se siguen enviando emails a esa cuenta y descubrir que el propietario no lleva a cabo unas buenas prácticas por no mantener limpia su base de datos.

¿Cómo llegan las spamtraps a tu lista de email?

Llegados a este punto, te interesará, antes de nada, saber si tu lista de correo electrónico está expuesta a este problema. O detectar cómo han conseguido las spamtraps llegar hasta ti sin darte cuenta. Para ello existen varias formas:

1.- Por accidente

Una de las causas más comunes es que un usuario introduzca mal su dirección a la hora de suscribirse a tu newsletter o registrarse. Sin embargo, esta dirección mal redactada puede considerarse como una trampa de spam.

2.- Bots

Cada vez es más común que los bots registren de manera maliciosa miles de direcciones de email en formularios. Y algunas de las direcciones de correo electrónico aparentemente aleatorias pueden ser spamtraps. Esto solo sucede en caso de que tus formularios no estén protegidos por captcha o por un sistema de double opt in.

3.- Datos antiguos

Algunas spamtraps son simplemente direcciones que se cerraron hace años. Pero que aún las conservas.

Ten en cuenta que en el momento en el que un usuario de tu lista cierre su cuenta o se haga una nueva no te avisará. Por lo tanto si te ves enviando spamtraps significa que no has limpiado tu lista de correo electrónico en mucho tiempo. O que has comprado una base de datos que te dará múltiples problemas en la entrega.

Medidas para protegerte ante las spamtraps

1.- No compres bases de datos, créalas tú mismo

Lo peor que puedes hacer es comprar una base de datos. Las direcciones que vas a obtener corren un gran riesgo de ser demasiado antiguas, inactivas, spamtraps o bots. Por no mencionar que al no ser direcciones opt-in, la mayoría de esos usuarios no querrá recibir tus emails y te puede marcar como spam.

El proceso de captación de bases de datos puede ser muy variado. Muchas empresas simplemente dejan en manos de los clientes que éstos se acerquen y proporcionen sus datos. Y aunque es una de las prácticas más habituales, tú también puedes ponerte en marcha para conseguir captar leads.

2.- Aplica el double opt-in

Mediante el uso del double opt-in te asegurarás de que una dirección de email pertenece a una persona real. Pero, además, estarás seguro también de que realmente desea recibir comunicaciones de tu empresa. Esta es una manera poderosa de detectar errores tipográficos y direcciones de correo electrónico falsas.

3.- Mantén limpia y actualizada tu base de datos

Si no cuidas tus bases de datos limpiándolas a menudo es probable que te encuentres con porcentajes crecientes de emails rebotados que pueden ser de dos tipos:

Los rebotes no benefician en nada a tus campañas e inciden negativamente en la entregabilidad futura. Si quieres mantener tu reputación como remitente es importante que resuelvas los rebotes.

4.- Utiliza una plataforma de email marketing con reputación garantizada

Una buena parte de emails enviados con permiso a las personas adecuadas nunca llegan a sus bandejas de entrada debido a una mala elección del proveedor de email marketing adecuado.

El software de email marketing que utilices debe estar al tanto de todas las necesidades legislativas. Así como de las políticas antispam. Por lo tanto, la elección de la plataforma de gestión de campañas de email marketing es transcendental.

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